domingo, septiembre 25, 2011

De cumpleaños y otros recuerdos de la infancia

Sábado 3 de septiembre de 2011

Pues hoy es cumpleaños de mi hermanita Yudi. No sé cuántos cumple pero...Bueno, en realidad sí sé porque, con esta memoria elefantosa, sé la fecha exacta de nacimiento de cada uno de mis 13 hermanos, mis padres, mis hijos, mi esposo, algunos sobrinos, mi suegra y mi cuñada Eli. Es curioso, pero no recuerdo el día y las circunstancias en que nació Judith y no sé por qué, porque recuerdo muy bien el día en que nació Laura, que es 3 años más grande, lo que quiere decir que yo era 3 años más pequeña.

Tal vez el nacimiento de Laura se me grabó porque llegó el tío César esa noche, bien cargado de regalos para su hermana y sus sobrinos –como en cada visita- y el momento se volvió glorioso con la novedad de la recién nacida, de la mágica presencia del tío César que era una mezcla de Santa Claus y Mandrake* siempre sacando nuevos trucos de la manga y con una gran caja repleta de amados libros y exóticos regalos cada vez que llegaba.

El tío César, "Chicho", como le decían su madre y sus hermanas, era para nosotros como la vista del cometa Halley, algo grande y deslumbrante en ese Ixtepec donde tanto tiempo fuimos una familia "de fuera", una familia al margen de la vida política, social y, sobre todo, religiosa (¡Gracias a Dios!). La llegada del tío nos hacía sentir que, más allá de papá, mamá y abuelita Eme, no estábamos solos, que había más sangre nuestra por el mundo. Además, en todos los años de su soltería en que nos visitó con espléndidos regalos, siempre fui su consentida, yo no era Flor, ni Florecita, yo era para él "Almendrita". Y trajo el cuento y me lo leyó sentada sobre sus piernas en el sillón del corredor. Tal vez ahí descubrí que las historias son mejores cuando te las lee alguien que ama las letras, alguien que disfruta de una historia bien contada, alguien con amor, con amor por los libros y las palabras precisas.

La noche del nacimiento de Laura se condimentó además con el incidente de Jorge, quien creyó haber visto a la cigüeña que trajo a Laura en aquel pato que aleteaba en el patio tratando de huir del perro que lo trajo hasta la casa desde quién sabe dónde. Ese perro extraño, que para beneplácito de mami no tardó mucho en la casa, era una especie de Raffles** que acostumbraba robar las cosas más extravagantes de los sitios más insólitos para un perro doméstico. Mami se moría de la vergüenza pues robaba cosas de los vecinos y las venía a ofrendar a los pies de mami. Un día llegó con una preciosa jarra cafetera de porcelana china y, como una semana después, trajo la cremera del mismo juego; otro día llegó con un gran pescado frito que soltaba y levantaba pues le quemaba el hocico ya que venía aún caliente; nunca supimos con certeza, pero creemos que algún militar de los que se hospedaban frente a la casa, tuvo que cambiar de desayuno esa mañana. Otro día fue un zapato de caballero, nuevecito y recién pulido y otro, fue una elegante zapatilla de tacón de aguja, otra mañana fue una bota militar nueva y bien lustrada, en fin... un perro ladrón, ja ja ja ja.

*MANDRAKE el Mago, Personaje de historietas ilustradas y cómics, grandioso mago con grandes poderes de hipnotismo e ilusionismo que combatía a los malos. Creación del guionista americano Lee Falk ( el mismo autor de The Phantom)

**RAFFLES, quizás el ladrón más famoso de las historias de policías y ladrones, fue una creación del escritor inglés Ernest William Hornung (1866/1921)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajajaja, increíblemente lindo recuerdo traído hasta tí, a partir del cumple de Yudi.

cómo se llamaba el pero ladrón???

Juan Nelson Enríquez García dijo...

jajajajajajajaja no manches quiero un perro raffles, imagínate que un enjendro te arrebata tu pescado frito jajajajajajaja muero de risa... y lo más chistoso es que le rendía tributos a mamilica :D qué bonitos textos, saludos