miércoles, agosto 17, 2011

CRÓNICAS COTIDIÁMBULAS

Del Lunes 15 al miércoles 17 de agosto de 2011.

Crónicas cotidiámbulas.


Malabarismos femeninos para la creación y la recreación.

  • Por qué no puedo escribir durante el día y, después de las 11 de la noche todo parece fluir con una facilidad tal que, para cuando siento que es suficiente, ya empieza a clarear el día. Por qué no puedo zafarme de este noctambulismo decadente.

  • Quizá si el día fuese un poco propicio. Pero ¡No! La creación emprende una huida olímpica con las interrupciones de la vida doméstica y sus requerimientos profanos, inevitables: -¿qué se va a hacer de comer? -¿quién va a venir a planchar esta ropa? -¿le ponemos ya el fertilizante a las plantas? O los timbres que vibran todo el día como una odiosa nube de tábanos citadinos.

  • O suena el teléfono: Un insolente pregunta por mi tarjeta Bancomer y al responder que no soy cliente de Bancomer, pretende ¡Ingenuazo! que yo le aclare cuál es mi Banco; o suena el timbre de la casa porque alguien vende nopales -habiendo tanto en mi patio-, o un borrachito quiere unas monedas para seguir la farra, o el muchacho del correo trae correspondencia que a nadie le importa. O alguien viene a preguntar por Nelson que anda en la calle desde temprano. O un indocumentado pide comida y Claudia quiere saber qué le dará. O la señora que vende tortillas de mano, o el que vende elotes, o el que pide ayuda para los enfermos de cáncer. O suena el celular con promociones de telcel o tantos molestísimos etcéteras.

  • D efinitivamente la noche es mi momento. Entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana la vida es tan calma y apacible. Tan apropiada para la creación. Además me encanta acostarme cuando empieza a amanecer. Lo malo que ya se acaban las vacaciones y la posibilidad de pasar l a noche en vela se cancela por obvias razones . Ni modo, ya habrá más vacaciones. Al fin y al cabo las imágenes y las historias siguen allí en algún lug ar de esa cabeza mía.

  • Y tú cómo haces para callar las voces de tu cabez a. Só lo oyes una, o son varias hab la ndo al mismo tiempo. jejejejejeje

La Semiología del clima

  • Antenoche, como a las 10 vinieron Rebeca y Norma, la lluvia había comenzado su casi cotidiano escándalo de rayos y truenos y ellas traían un paraguas. -Viene el aguacero -dijeron. No, respondí, no va a haber nada, si acaso una llovizna de menos de una hora, esa lluvia ya parece boca de político en campaña. Efectivamente, cuando se iban, como una hora después, el cielo estaba completamente despejado y la lluvia había desaparecido por completo.

  • Ayer fuimos al panteón. Ya tarde por el calor y las ocupaciones de la mañana que no permiten más. La lluvia había comenzado su bulla diaria pero eso no desanimó a nadie. Bajo la llovizna y con buen ánimo entramos:
  • Mamá, Nelson, Rebeca, Norma, Ángel David, Bety, Cindy, Alancito y la nena. Estuvimos un rato en ese ambiente casi placentero. Como estaba la llovizna , no había una sola persona viva aparte de no sotros .


  • A pesar del calor y la lluviecilla era atractivo estar allí. Las lápidas sin repellar cubiertas de verdísimo musgo y el monte crecido y abundante.


  • Al salir nos cruzamos con un campesino, del cual aprendí algo nuevo sobre el clima. Iba secándose la frente con un paliacate y yo le dije después del obligado -¡Buenas tardes!, -¡Qué calor ¿no?y esta lluvia que no cae, puro ruido y nada de agua! -Pues es que esto no es lluvia, es la Canícula. -Cuando ya viene el temporal no hay rayos y truenos, nomás cae el agua con fuerza.
  • ¡Aaah! dijimos todos ya subidos en la camioneta, pues el que sabe, sabe, con razón tanto calor y tan poca agua, ¡Es la canícula! ¡Bien, ahora es más claro todo! -Si alguien sabe del clima son los campesinos, dijo mi madre. Me hizo pensar en ese código de la madre naturaleza que sólo algunos conocen.

  • Luego, en la noche, tuvimos una rara experiencia con un sapo que estaba trepado en los arcos de las isoras, en la entrada. Bety se iba y, al pasar cerca de él, el bicho hizo ruidos que a ella le parecieron horribles, entró gritando que algo en la planta hacía un ruido horrible, que un bicho le había "gruñido o ladrado". En la semi oscuridad se veía algo que palpi taba. Con la luz de una lámpara de mano vimos un pequeño sapo amarillo pálido de panza muy blanca, inflaba un par de globos verdes a ambos lados de la garganta, el ruido no era tan feo pero el bicho sí.

  • Son las 19:30 horas del martes 16 y, de nuevo la llovizna humedece afuera. Estoy intentando escribir más temprano para no desvelarme tanto porque luego ando como zombie todo el día. Mamá y Rebeca llamaron que vienen para acá con Norma, Bety y sus niños.. Veremos La ley y el orden y nos iremos por unas tlayudas y garnachas para cenar. Aunque Nelson, mami y yo no cenamos, las visitas no pueden volver a tuxtla sin disfrutar las delicias de nuestros antojos ixtepecanos. Por lo menos participaremos de buena charla y series interesantes mientras cenan. ¡Buenas expectativas!

  • No volvimos a ver el sapo extraño, pero seguimos molestando a Bety porque un sapo le “ladró” jajajajaja.

  • Alancito me dijo sobre el sapo: “-Tía, es posible que sea un sapo pinocho, aún no es una especie muy conocida porque es nueva, hace poco la descubrieron, habita en la zona montañosa de Indonesia. El misterio sería cómo llegó uno a tu casa.” Adoro a este pequeño niño sabihondo.
  • Todavía más tarde dijo: "-aunque por su color tal vez sea un sapo de caña".

  • Hoy me acostaré temprano (ya son la 1:45), me comprometí a levantarme a las 7 para llevar a Rebe y Norma a la terminal en Juchitán. Voy a cumplir mi palabra. Nos vemos.

  • Y cumplí mi palabra, salimos con el tiempo un poco justo pero llegamos a tiempo para que ellas abordaran el autobús. No me gusta eso de ir a dejar gente a las terminales de autobús. Siempre se me hace un momento muy triste y depresivo tener que regresar sin los que se fueron. Rebeca es mi hermana amada, la que creció conmigo y lo compartió todo. En esta visita me di cuenta que sólo fueron 12 años juntas (es la edad que yo tenía cuando ella se fue a estudiar a Tuxtla), pues luego de su ida, ya estuvimos juntas sólo en vacaciones, sin embargo parecen varias vidas juntas. La extraño mucho y sé que mi madre también. Ojalá podamos verla muy pronto, estar juntas y felices.

sábado, agosto 13, 2011

COMENTARIOS AL NATURAL, et. al.

Entre el viernes 5 y el sábado 13 de agosto 2011.

Comentarios Al Natural.

  • ¨ Este viernes al fin cayó la lluvia que tantas veces prometían el nublado cielo y el calor intenso de, al menos, los últimos 10 días. No sé si considerarla promesa cumplida porque, como la mayoría de ellas, la expectativa era mayor que lo que recibimos esta noche: Una fina llovizna que ni siquiera alcanzaba para mojar bien las plantas o la sedienta tierra. Salí a mojarme con la lluvia y mi malogrado intento fue semejante a tantas promesas de amor que el mundo mira cada día convertirse en frustración.
  • ¨ Conocen el proverbio chino: “Cuando quieras darte a la tarea de componer el mundo, da primero tres vueltas por tu casa”. El mundo podría quedarse sin muchos connotados políticos internacionales y locales. Pero nos quedarían los Gandhi y los Mandela, ellos tenían una casa más grande y poblada que atender.
  • ¨ Días extraños estos que vivo hoy, de planes y más planes que se deshacen implacables con la luz del día siguiente.
  • ¨ Lo bueno de la lluvia del viernes es que, aunque no duró más de 2 horas, al menos continuó 24 horas después con más fuerza y decisión. Lo malo que los truenos y relámpagos provocaron un apagón que me dejó momentáneamente sin luz y sin sky y varios días sin teléfono ni red.
  • ¨ Qué desesperación de repente no tener internet, mail, facebook, twitter, blog, novelas y cuentos en línea, consultas de Wikipedia, periódicos y noticias. ¿Pero no he vivido 40 años sin todo eso? ¡Dios! ¡Cómo he vivido antes!
  • ¨ No sé si lo imaginé o lo vi: que él guarda abiertas botellas de vino que bebe a escondidas: una en su clóset, otra en el escritorio y una más sobre el trinchador. ¿Reviso a ver si es cierto?
  • ¨ Ni siquiera sé si sospechan o saben que constantemente hablo con Dios acerca de todos ellos.
  • ¨ Ayer en la noche, como a las 2 de la mañana, otra vez se fue la luz por un rato y salí al patio a contemplar la oscuridad. Qué gran sorpresa me llevé al ver estrellas titilando a mi paso, me rodeaban y parecían caminar conmigo, fueron momentos mágicos que sólo en la provincia podemos disfrutar.
  • ¨ Como soy tristemente humana, tuve el deseo de atraparlas y meterlas en un frasco para mirarlas una y otra vez, hacerlas mías, adueñármelas. A mi favor diré que me resistí a mis instintos predadores.

El increíble beneficio de los tiempos en que la tele era algo tan borroso y opaco que mejor no la veíamos.

  • ¨ De verdad, no es una metáfora, la señal del satélite era muy mala y los aparatos trasmitían imágenes opacas y turbias, tan borrosas que no daban ganas de perder el tiempo con eso.
  • ¨ No existían juegos electrónicos, lo más avanzado eran los carritos y aviones a control remoto y las muñecas que caminaban como atrofiados robots.
  • ¨ Los niños nos entreteníamos con tantos juegos que nos hacían quemar todas las calorías consumidas, aunque las comidas no incluían golosinas ni chatarra, pues todavía no la había, los refrescos se vendían en envase de vidrio y muy caros para el consumo cotidiano, por lo que eran un lujo de un vasito en las fiestas y nada más.
  • El tráfico era tan esacaso que podíamos andar en bicicleta sin grandes riesgos
  • Los juegos eran tan compartidos y tan diversos que había para gusto y habilidad, así, si no jugabas futbol, jugabas quemados, o encantados, o saltabas la cuerda. Podías jugar canicas o matatenas, Yoyo o trompo, hoyito o Stop.
  • ¨ Y luego de jugar, el momento relajante de leer llegaba de la mano de la tarde y con las mañanas en vacaciones. Cada uno con su libro y. . . a viajar con la imaginación por tantos mundos y tantas vidas ajenas.
  • ¨ Aún recuerdo la época en que empezó a haber “sabritas” la clásica papa salada. Y luego llegaron los charritos, doritos, fritos y sabritones; las adobadas, con limón, los rufles y los cheetos, además apareció la competencia Barcel, y ahora México compite por ser el país con mayor índice de obesidad en el mundo...y de diabetes...
  • ¨ En agradecimiento a la tele de tan mala vista, nos quedó un cuerpo sano y una mente mejor, adquirimos el inefable vicio de leer.

Y aunque no lo digo todo, algunos dirán que exagero.

  • ¨ Ahora estoy releyendo algunas de las grandes novelas que poblaron mi imaginación infantil y esto me ha hecho recordar aquellos días maravillosos de descubrimiento del mundo a través de las letras.
  • ¨ La literatura se diversificaba cada vez más conforme crecíamos. Tantas emociones con Andersen, Dickens, Wilde, London, Cooper, Twain, Verne, Dumas, Defoe, Galdós, Balzac, Hugo, Lorca, Shakespeare, Homero, Sófocles y tantos más
  • ¨ El terror nocturno apareció con Drácula y el horror mezclado con emoción surgió al despertar la espantosa criatura de Víctor Frankenstein.
  • ¨ Pero más emocionante aún fue vivir con Tom y Huck tantas y tantas aventuras que, además, eran aún muy similares a nuestra propia forma de vida entonces. Sufrí con las desgracias de Oliver y viajé mágicamente con los gansos de Nils Holgersson. También llegué a enamorarme de Laurie con Jo y sus hermanas, y sufrí hasta las lágrimas el injusto trato a Jane Eyre.
  • ¨ Recuerdo que mis hermanos y yo buscamos tener nuestro propio Boo Radley en la figura de un solterón hermano de las dueñas que vivía al fondo de la vecindad y casi nunca salía. Y en algunos amigos de mi padre creímos ver los rasgos del siniestro señor Heathcliff intentando quedarse con nuestra casa.
  • ¨ Llegó incluso el momento de los grandes dramas que nos enseñaron la amplia gama de las emociones y las conductas humanas. Tragedias y comedias que soportan el paso del tiempo sin alterarse, representando siempre lo mejor y lo peor de nuestra especie.
  • ¨ ¡Ah! Recuerdo mi ira por las intervenciones de Afrodita y sus seguidores contra los griegos y sus ejércitos; un infantil sentido de la justicia nos sugería que Menelao y Agamenón tenían la razón en esta lucha. La aventura sin fin con Jasón y sus argonautas y con Hércules cumpliendo sus doce tareas por demás excitantes y bellas.
  • ¨ Hasta el placer de matar fue experimentado con Perseo cercenando la cabeza a la medusa Gorgona, el torturado Hamlet y el paciente Orestes vengando a sus respectivos padres. Sólo sufrí por las sacrificadas Ifigenia y Ofelia.
  • ¨ Mi entusiasmo fue mayúsculo con cada triunfo de Ulises ante su cruel destino y con el arribo a su casa y su consiguiente venganza. A los niños nos gusta la venganza cuando es justiciera, recuerdo la emoción con Edmundo Dantés vengando tantos agravios.
  • ¨ Sufrí con la sentencia del oráculo a la vida de Edipo y odié que su tragedia personal terminara siendo inevitable.
  • ¨ Claro, también fue odioso que Romeo y Julieta murieran por una guerra estúpida entre sus familias. Y más odiosa aún fue la muerte de la pequeña y valiente Ana Frank.
  • ¨ El terrible dolor interno de Yerma y Bodas de sangre me hizo vivir el dolor empático; y el injusto drama de un indebido castigo a Jean Valjean despertó mi hambre y sed de justicia y mi ira ante la desigualdad social. En algún punto de este recorrido nació mi conciencia social.
  • ¨ La diversión llegó con Puck y sus ocurrencias por fastidiar a Titania y dar gusto a Oberón. Los malentendidos fueron hilarantes con el Ernesto de Wilde, con la "Comedia de los errores" y "Mucho ruido y pocas nueces" del afamado dramaturgo inglés.
  • ¨ Fantasía, sueños y realidades, amor y magia se entrelazaban en cada narración como en una fina urdimbre de emociones humanas y divinas.

¿Dominando el oficio?

  • ¨ Después llegaron tantos y tan valiosos temas y autores que, era inevitable, en algún momento tenía que empezar a hacerlo yo también.
  • ¨ Claro, el aprendizaje no se acaba nunca, pero la fuente que nos nutre parece inagotable.
  • ¨ Por lo menos es algo verdaderamente disfrutable. Ha sido mi terapia y mi afición, no sé si alguien considere que vale la pena lo que hago, pero eso es lo de menos, porque me resulta tan fácil y placentero.
  • ¨ Lo que debo evitar es el alud de palabras que parecen sepultarme cuando empiezo a escribir. Debo ejercitar la escritura breve, tal vez practicando...
  • ¨ Es un potro desbocado al que hay que cansar un poco para dominarlo.
  • ¨ Quizá si suelto el acelerador y meto un poco el freno... o le pongo brida y riendas.
  • ¨ ¿Tú qué dices David? ¿Tita? ¿Tito?¿Nels?¿Alguna opinión que me ayude?

martes, agosto 02, 2011

LOS "NIÑOS" ESTUVIERON UNOS DÍAS Y SE FUERON. Domingo 31 de julio/1º de agosto de 2011.

Este 7 de julio llegó mi pequeño a pasar vacaciones en la casa. Después llegó la nena el 19 y se fue el 23, el mismo día que llegó Juanito y, por unas horas -menos de 12- estuvimos de nuevo todos juntos. Fue una sola comida que alcanzamos a hacer todos completos. 3 días después Juan regresó a sus obligaciones laborales y hoy, a las 8:30 de la noche, mi bebé regresó al D.F. Siento el peso del mundo sobre mí y no sé qué esperar para mañana, cuando de nuevo esté sola en la casa esperando el ingrato transcurrir del tiempo para volver a reir y sentir que la vida es buena y bella.

Ya pasan de las 3 de la mañana y parece que el sueño ha decidido dejarme abandonada en esta soledad incomprensible. La lluvia cae acompasada y tenue en la ventana y, aunque ésta despierta la alegría inefable de árboles y plantas, yo puedo asegurarte que el salado torrente que me inunda es más copioso que el temporal que moja la vida de esta hora insensata y roída en que la noche empata el último momento de este julio inclemente con las primeras horas de un agosto que se divisa triste y desolado.

Uno a uno llegaron este julio y se fueron tan rápido, tan breves, tan fugaces como la vida misma, como el tiempo insensato que destruye con paciencia y ventaja los recuerdos de días más felices.

Hoy me parece aquello un bellísimo sueño inefable y amado. Haber sido la madre de 3 niños: cantarles, arrullarlos, consentirlos, enseñarles a caminar, a hablar con nuestro padre eterno, jugar a tantos juegos infantiles y únicos, llenarles la cabeza con poesía, con cuentos, con las más joyas más bellas del mundo literario, esas que abren puertas a mundos tan distantes y nuevos; disfrutar de sus risas infantiles, ir descubriendo juntos sus anhelos, sus miedos, sus gustos, sus talentos.

Ser parte de un proceso indescriptible y único, tan mágico y profundo como meterse en la semilla de un rosal que germina en la tierra abonada y fecunda de la vida y salir a la luz con sus primeros brotes, metida entre la savia y los colores de la bella corola que ha de mostrar al mundo su perfección y aroma. ¿Qué soy yo en ese mágico momento? ¿Qué soy para esta rosa germinada? ¿Soy acaso la savia dando vida? ¿O la tierra fecunda que alimenta? ¿Soy un poco el color que la embellece? ¿Fui quizá la semilla con la vida dormida en sus entrañas? O soy la espectadora que contempla su hermosura sin par por unas horas...

Desde que te miré salir con tus maletas a las 8, no he podido dejar de sollozar mientras recojo las migajas de ti que van formando un cúmulo de pruebas de que no lo soñé, que realmente estuviste en la casa conmigo, como antes.

Caminé en la llovizna por el patio para buscar el rastro de tu vida en la mía. Ese patio que ahora, va estar otra vez abandonado, inútil, con las mascotas tristes que resienten la ausencia de mis niños. Los pájaros se guardan en sus nidos, las guayabas se sueltan de las ramas y forman una alfombra perfumada que las aves disfrutan cada día. Un ruido sobre mí hizo que fuera a traer una lámpara de mano y mi esfuerzo se vio recompensado por la sorpresa de un par de cotorras verdes que a placer devoraban las guayabas en las ramas. Me da un gusto mayúsculo ver que sea de provecho tanta fruta.

La gata, que me veía inquieta cada vez que sollozaba y me siguió hasta el patio aún bajo la fina llovizna de la noche, ahora me reclama que me vaya a la cama a acompañarla, y tiene la razón pues ya casi amanece, sin embargo salgo, antes de acostarme, a darle a nuestros perros un par de deliciosas mantecadas, al menos me parece que a ellos les encantan.

Luego apago las luces de la sala y me lavo la cara, porque el llanto me ha dejado la piel casi salada. Me senté hace un momento a pedirle al Señor que me los cuide y los traiga con bien hasta mis brazos, que los inspire y los guíe en cada paso y haga el tiempo propicio para vernos. En sus manos los pongo y en su amor los confío. Nos vemos pronto, amados niños.